LA BATALLA DE RIACHUELO -GUERRA TRIPLE ALIANZA

 LUGAR DEL HECHO:   EL RÍO PARANÁ  EN    LOCALIDAD DE RIACHUELO CORRIENTES

FECHA: 11 JUNIO 1865    CONTENDIENTES: BRASIL Y PARAGUAY

 


El asalto  de 1865 a Corrientes demostró una debilidad importante en la estrategia del mariscal,  sin el completo control del río Paraná, su flota no podía mantener al coronel Wenceslao Robles (paraguayo) adecuadamente aprovisionado y el avance de éste a Entre Ríos fracasaría por falta de suministros.

  Los buques del almirante Francisco Barrozo (Brasil) estaban en el Paraná justo en el lado opuesto del Riachuelo, que a su vez estaba dividido por una isla en dos canales: uno al norte y otro al sur.   Desde esa posición, las Fuerzas navales brasileñas podían causar permanentes problemas a los paraguayos.  Es así que  Solano López decidió enfrentar esta amenaza antes de que cualquier buque de guerra llegara desde Buenos Aires o Río de Janeiro (antes que la cosa se complicara mas).

     Representando a la Armada en la reunión con el Mariscal López  en Humaita estaba el capitán Pedro Ignacio Meza, comandante de la flota; el capitán Remigio Cabral, segundo en comando,  y el teniente Pedro B. Gill Aguinaga, comandante del “Yvera”. Allí el mariscal pidió consejo a sus subordinados: ¿Cuándo debería tener lugar el ataque y cómo?

       Al unísono, los oficiales navales paraguayos argumentaron a favor de un ataque bien temprano a la madrugada, al menos dos horas antes del amanecer por sorpresa.

La flota de Barroso ( Brasilero) en ese momento consistía en once buques de guerra con sesenta y ocho cañones, frente a nueve barcos de Meza ( Paraguayo) con cuarenta y cuatro cañones.


Wisner  ( Franz Winsner  coronel Paraguayo de origen húngaro)  sugirió que compensaran esa diferencia haciendo que los hombres de Meza remolcaran seis chatas a la batalla detrás de ellos.

Foto chata cañonera paraguaya.

 Estas chatas eran pequeñas barcazas de doble proa con flotadores de madera, sin cubierta, que se hundían unas pocas pulgadas en el agua y sobresalían apenas unos veinte centímetros de la superficie. Esto dejaba espacio para tres o cuatro marineros para operar  un cañón de 8 pulgadas.

Solano López aprobó el plan de Wisner pero fue  más allá y ordenó al coronel   José María Bruguez ubicar tres baterías de artillería (veintidós cañones de distintos calibres y unos cuantos cohetes Congreve a lo largo de la orilla izquierda del Paraná al norte del Riachuelo. Estas piezas, que el coronel   tenía que trasladar desde Humaitá, proporcionarían fuego de apoyo a la flota paraguaya.

Adicionalmente, el mariscal ordenó a Meza suplementar sus fuerzas con hombres del batallón 6 de marina, conocido como los “nambi’i” (oreja pequeña), quienes tenían que colaborar con la captura de buques enemigos.

 Esta unidad, compuesta enteramente por negros paraguayos del diminuto pueblo de Laurelty.

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VENTAJA BRASILEÑA

MAYOR CONOCIMIENTO DEL TERRENO  Pero el almirante Barrozo ( Brasilero) estaba mejor organizado de lo que los paraguayos creían. El Imperio había declarado un bloqueo contra el Paraguay ya el 26 de Enero de 1865 y los buques de guerra brasileños habían estado en aguas correntinas desde finales de Abril. Barroso Ya conocían a la perfección  esa sección del río Paraná incluso mejor que los paraguayos quienes, por su poco conocimiento del río, todavía corrían el riesgo de encallar sus barcos en los cambiantes bancos de arena que los pilotos brasileños ya habían experimentado. Aun así los brasileros encallaron un vapor en un banco de arena.

MEJORES BARCOS DE COMBATES Los brasileños tenían varias otras ventajas. La flota imperial estaba enteramente conformada por vapores bien armados y autopropulsados, todos los cuales habían sido construidos como buques de guerra ( diseñados para resistir más el impacto  de proyectiles).  Los barcos a disposición de Barrozo incluían el ”Amazonas”, el “Jequitinhonha”, el “Belmonte”, el “Parnahyba”, el “Ypiranga”, el “Mearim”, el “Yguatemí”, el “Araguarí”, el “Beberibé”, el “Ivaí” y el “Itajaí”.  Barroso no tenía barcos argentinos bajo su comando.

 

El objetivo del Marical Lopez era apoderarse de algunos barcos brasileros y se sentía tan confiado en la misión que le pido  traer prisioneros de su victoria: “¿Para qué queremos prisioneros? Los mataremos a todos”, fue la estruendosa respuesta de los generales paraguayos. “No”, se rió el mariscal, “traigan algunos prisioneros» (como trofeo de la victoria ).

EL COMBATE

El impresionante “Tacuarí” -de construcción británica- lideraba el escuadrón paraguayo, seguido por el “Paraguarí”, el “Ygurey”, el “Ypora”, el “Marqués de Olinda”, el “Pirabebé”, el “Salto Oriental” y el “Jejuí”. Tan pronto como los hombres a bordo de estos barcos sitiaron Corrientes se dieron cuenta de que toda esperanza de sorpresa se había evaporado avanzar a diez nudos e incluso con dos nudos adicionales de corriente a su favor esto estaba lejos de ser suficiente para protegerlos de los bien apuntados cañones brasileños.


RESULTADOS

La batalla del Riachuelo les costó a los paraguayos cuatro vapores: el “Jejuí”, el “Salto Oriental”, el “Marqués de Olinda” y el “Paraguarí”, casi doce mil toneladas en total. Todos los barcos que tomaron parte sufrieron serios daños y tuvieron que retornar a Asunción para reparaciones. Se estima que murieron entre 300 y 400 soldados paraguayos.

 

    Equipos de rescate luego volvieron a la escena de la batalla y recobraron el casco en ruinas del “Paraguarí”, pero luego de remolcarlo hasta la capital paraguaya los ingenieros vieron que los daños eran demasiado extensivos como para ser enmendados. Esto dejó a la Armada paraguaya con trece buques, todos ellos minúsculos, a excepción del “Ygurey”, el “Tacuarí” y el “Yvera”, y dos vapores argentinos capturados el 13 de Abril.

El capitán  paraguayo Pedro  Ignacio Meza murió algunos días después en Humaitá por las heridas que recibió durante la batalla.

 

El escuadrón imperial brasilero perdió una nave, el  Jequitinhonha mientras que otras dos embarcaciones, el Parnaíba y Belmonte fueron severamente dañadas. El Ipiranga fue dañado ligeramente. La batalla implico para el  Brasil    104 hombres muertos, 123 heridos y 20 perdidos.

 

     Los cuatro barcos que participaron en la batalla del Riachuelo permanecieron fuera de servicio por un tiempo. Por el resto de la guerra, incluso un simple hostigamiento a la Armada aliada en el Paraná se tornó difícil. El mariscal no podía adquirir nuevos buques mientras durara el bloqueo brasileño.


 Era improbable que sus astilleros le pudieran proporcionar algo más que chatas y había insuficientes cañones incluso para éstas. Por lo tanto, en esta batalla fluvial Solano López perdió la mejor parte de su capacidad ofensiva ya que, sin apoyo naval, sus fuerzas de tierra jamás podrían avanzar audazmente al sur.

CONCLUSIÓN

   Corresponde a un plan bien elaborado pero desafortunado por la mala suerte,  una avería en uno de los vapores paraguayos retraso el ataque y el plan original de ataque sorpresa se frustro. No intervinieron barcos ni fuerzas argentinas  como sí ocurrió unos meses más tardes en el combate de las Cuevas en Bella Vista donde muere el hijo de Pedro Ferré.

Los mejores barcos paraguayos como el Tacauarý fue construido en Inglaterra importado como muchos de sus generales como Watt, e  ingenieros George Thompson contratados para construir fortificaciones,  esto echa por tierra la “mano invisible” de Inglaterra contra Paraguay.

Los cohetes Congreve usados por los paraguayos también eran  originalmente de fabricación inglesa pero le sirvieron de poco a los paraguayos en sus batallas.

 

 

Bibliografía

Agüero, L. M. La Batalla Naval de Riachuelo. SlidePlayer.

Del Valle, G. (s.f.). La batalla de Riachuelo. Descubrir Corrientes Enciclopedia Virtual Correntina .

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